ALAMUT Y LA BIBLIOTECA DE LOS ASESINOS
Asesino, según la etimología más aceptada, procede de «haxixino», el nombre dado a los adeptos de una secta consumidora de haxix , una droga alucinógena obtenida a partir de las plantas femeninas de un cáñamo denominado Cannabis indica . Otra versión de los hechos, bastante convincente, señala que asesino procede de «hasasinos» , seguidores de Hassan [299] . El erudito Arkon Daraul ha sostenido que «assassin» se traduce en árabe como «guardián» [300] . Asesino sería entonces el guardián de las doctrinas esotéricas.
La secta de los asesinos estaba liderada por al-Hassan ibn-al-Sabbah, llamado el Viejo de la Montaña, un persa nacido hacia el año 1054, amigo de Omar Khayyam, autor de los famosos Rubaiyat . Iniciado en la doctrina ismaelita, Hassan era un misionero supremo, que en 1090 sometió una región llamada Alamut, en Irán, y creó allí una orden con una jerarquía de nueve grados muy compleja, donde había aprendices ( lassik ), sagrados (
fedawi ) y compañeros ( refik ). Los fedawi se encargaban de misiones suicidas: al recibir una instrucción especial de matar a alguien, lo hacían a costa de cualquier sacrificio.
La secta de los asesinos tenía su sede en Alamut (a 1.800 metros de altitud en Mazenderan, al sur del mar Caspio), donde además de los refectorios e instalaciones de entrenamiento, los seguidores contaban con una extraordinaria biblioteca, que contenía cientos de documentos comprometedores para la mitad de los grandes líderes del mundo árabe.
La biblioteca de Alamut cayó con la fortaleza en diciembre de 1256. Después de una resistencia heroica, los miembros de la secta sucumbieron al ataque de los mongoles. Una anécdota conservada refiere que alguien pidió permiso para examinar los libros de la biblioteca [301] . Descubrió, con sorpresa, que además de los textos religiosos había gran cantidad de poemarios y tratados de astronomía, algunos de los cuales hizo llevar a caballo. El cronista Arif Tamir escribió que después de esto, «el mongol destruyó la biblioteca ismaelita que contenía un millón y medio de volúmenes» [302] . Otras fuentes señalan que no hubo más de 200.000 libros en Alamut, pero igualmente fueron destruidos.
El historiador Steven Runciman ha precisado: «En Alamut los asesinos tenían una gran biblioteca llena de obras de filosofía y ciencias ocultas. Hulagu envió a su chambelán musulmán, Ata al-Mulk Juveni, para inspeccionarla. Juveni apartó ejemplares de las ediciones del Corán que encontró y otros libros de valor científico e histórico. Las obras heréticas fueron quemadas. Por extraña coincidencia, al mismo tiempo se produjo un gran incendio, originado por un rayo, en la ciudad de Medina, y su biblioteca, que poseía la mayor colección de obras de filosofía ortodoxa musulmana, fue totalmente destruida» [303].Y de Alamut, los mongoles siguieron a Bagdad.
(Luis Baez Historia universal de la destrucción de libros)
Foto: MATJAZ KRIVIC / GETTY IMAGES
El cuartel general de los asesinos, en el actual Irán, recibía el nombre de Aluh Amujt (nido de águilas). Su sola mención causaba pavor en todas la cortes de Persia.
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