"También tenían las navidades de mi tiempo rasgos de cursilería que felizmente desaparecieron, por ejemplo la institución de los “compadres de papelitos”. Era una cosa de solteronas casamenteras. En un sombrero se ponían cinco papelitos con los nombre de otras tantas damas; en otro se hacía lo mismo pero con nombre de caballeros, y en otro cinco papelitos más, cada uno con un pensamiento en verso. Una niñita con ojos vendados sacaba un papelito de cada sombrero. Al caballero cuyo nombre apareciera en el papelito correspondiente, se le entregaba ese y los otros dos: el que tenía el nombre de la dama, para que supiera quién le había salido de comadre, y el del verso, para que se lo entregaran en prueba de homenaje, adicionándoselo con un regalo. Lo malo no era el trivialísimo juego, sino que después todas las parejas favorecidas, ella con su regalito en la mano, se sentaban en la sala “a cogerse confianza” mientras los circunstantes les hacían chistes intencionados y altamente ridículos acerca de la posibilidad de un idilio.
También era de muy mal gusto y de un humorismo palurdo, la respuesta que le daban a más de uno los grandes cuando les preguntaba inocentemente qué le había traído el Niño : ¿ Qué te trajo el niño Jesús? Un marico como tú. "
Fuente:
Revista Bohemia
1969
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