Signor Hoffman Eduardo Halfon
www.elboomeran.com | 07/10/2015
REVISTA GRANTA
Signor Hoffman
En este artículo de la revista Granta, nº 2 de su nueva época, Eduardo Halfon relata un viaje que hizo a Italia para participar del Día de la Memoria del Holocausto celebrada en el Campo de Concentración italiano Ferramonti di Tarsia. Allí el director del campo lo presenta ante el público como Il signor Hoffman, hecho que parece sin importancia, aunque luego se entera que a esa misma hora pero en Nueva York moría Seymour Hoffman. En este relato, que forma parte de su libro "Signor Hoffman" (2015) Eduardo Halfon juega con la superposición de tiempos, lugares, muertes y vidas pasadas y presentes, para crear un ambiente etéreo, casi onírico.
[Comienzo del fragmento]
Ferramonti di Tarsia, decía en un pequeño rótulo amarillo. Ex Campo di Concentramento. Fondazione. Museo Internazionale Della Memoria. Y encima de todo, como emblema o logotipo de todo en el rótulo amarillo, una linda espiral de alambre de púas. Un señor de pelo blanco fumaba de pie en el portón de ingreso. Sólo me observó mientras yo salía del viejo Fiat y caminaba con Fausto hacia él. Parecía desesperado. Casi enfadado o molesto por algo. En eso lanzó su colilla con fuerza en mi dirección, acaso directo hacia mí. Herr direktor, supuse.
Fausto nos presentó. Su apellido era Panebianco. Todos le decían así, Panebianco. Estaba vestido como de luto, con abrigo negro y camisa blanca y corbata negra. Llevaba puesto un gorro también negro, típico siciliano, llamado coppola. Yo le dije que mucho gusto y le estreché la mano, pero Panebianco, diciéndole algo a Fausto que no entendí, pareció no verla frente a él, y sólo continuó hablando. No supe qué hacer. Mi mano seguía ahí, entre nosotros, olvidada en el aire. De repente llegó caminando una chica de pelo negro muy corto, y grandes ojos negros, y botines negros, y medias negras, y abrigo negro, y se paró justo detrás del director. Su hija, quizá. También de luto, quizá. Panebianco por fi n paró de hablar y bajó la mirada y me dio el apretón de manos más débil de mi vida. Dice el director que llega usted tarde, me dijo Fausto como si fuese mi culpa. Dice también que la gente está arribando, ahora mismo. Panebianco volvió a decirle algo a Fausto que no entendí, y supuse entonces que le estaba hablando en dialecto. Yo sabía un poco sobre los tantos dialectos que aún se usan por toda Calabria, decenas de dialectos, algunos de los cuales, de hecho, apenas se comprenden entre sí. Dice el director que podemos esperar unos minutos más, me dijo Fausto, para que usted, signor Halfon, conozca un poco el campo de concentración antes de empezar.
Citas con Shakespeare
www.elboomeran.com | 17/7/2016
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
Citas con Shakespeare
Vicente Molina Foix, quien además de adepto lector ha sido traductor al español de William Shakespeare, hace una selección de citas para la revista Claves de Razón Práctica nº 247. Elige temáticamente soliloquios de grandes obras del Bardo como son Romeo y Julieta, El Mercader de Venecia, Otelo, Como os guste, El Rey Lear, La Tempestad, Hamlet y dos sonetos para hablar de temas tan variados como son el amor, la desigualdad, la música, la clemencia, el adulterio, la vida, la muerte, la belleza y la naturaleza. A través de estas citas, todas traducidas por Molina Foix volvemos a encontrarnos con la grandeza del lenguaje, el ritmo y la musicalidad de Shakespeare cuando se cumplen 400 años de su muerte.
[Comienzo del artículo]
El compromiso con Shakespeare, después de haberle leído por placer, fue traducirle. No era un propósito firme que yo tuviera, pero cuando llegó la propuesta de poner en verso castellano El mercader de Venecia, hacia la mitad de los años ochenta, la acepté sin dudas, como si sólo entonces floreciese en algo provechoso el empeño auto-satisfecho de las más de cien tardes que -en tanto que profesor visitante con pocas obligaciones académicas en la universidad de Oxford- pasé leyendo obra a obra, línea a línea (insistiendo en las oscuras, hasta ver la luz), su entero corpus teatral y poético. Entender a Shakespeare es la recompensa añadida a su lectura. Hay que desentrañar los sentidos recónditos, que es lo más fácil si uno dispone de alguna las numerosas ediciones críticas de cada obra (son infinitas las de Hamlet y El rey Lear, que traduje después), y así encontrar lo más difícil, el ritmo, la prosodia, el color de la frase, la invención del concepto, la osadía.
Borges o el terror lírico
www.elboomeran.com | 23/10/2016
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
Borges o el terror lírico
En la revista Claves de Razón Práctica nº 248 César Pérez Gracia selecciona una serie de citas del escritor argentino Jorge Luis Borges. Escribe una introducción a las citas explicando los grandes temas o atributos de la obra del argentino, la obsesión por el tiempo, el caos y los espejos, y sus influencias más notorias. Según Pérez Gracia Borges es la lectura lúcida de Quevedo y Unamuno, sumada a la lectura gótica de Stevenson y Lovecraft.
[Comienzo del artículo]
El tiempo personal adopta mil caras en el curso de un día, de un año, de una vida. Borges fue esencialmente infeliz, como todos, con leves ínsulas de regocijo, la amistad con Bioy, la escritura de sus relatos y poemas, y sobre todo, la lectura incesante, su gran bálsamo. Se ha recalcado que su primer libro relevante, El jardín de senderos, no fue reconocido en un premio oficial argentino. Pero esto es irrelevante, publicó esos relatos en la revista Sur, la más prestigiosa de Buenos Aires y quizá de toda América en ese tiempo.
Otro cantar es que su vivencia de ese tiempo turbulento de los totalitarismos, que Hitchcock refleja con brillantez en el Brasil nazi de Notorius, le inoculara su particular dosis de envilecimiento y desidia. Súmese que perdió a su padre, y esa doble orfandad, personal y civil o política, más un accidente grave que le minó la salud visual, le sumió en un estado depresivo. Por no hablar de sus batacazos sentimentales.
Crónicas de la extinción
www.elboomeran.com | 14/12/2016
REVISTA LA GACETA
Crónicas de la extinción
La revista La Gaceta nº 552 publica un fragmento del trabajo ganador del Concurso Internacional de Divulgación de Ciencia Ruy Pérez Tamayo escrito por Héctor Arita. El mismo demuestra un solvente conocimiento de la paleobiología y un notable talento como divulgador para desarrollar la conciencia conservacionista de las nuevas generaciones. Arita comenta quién fue el primer científico que habló de animales o especie en extinción allá por 1796, y también profundiza en la historia de los fósiles trilobites.
[Comienzo del artículo]
El descubrimiento del proceso de extinción
El concepto de extinción de las especies como realidad científica tiene apenas doscientos veinte años. El 4 de abril de 1796, un joven e irreverente naturalista de veinticinco años, Georges Cuvier, presentó ante el pleno del Instituto de Francia la ponencia Mémoire sur les espèces d'éléphants vivants et fossiles. En ella postuló tres ideas concretas: primera, el elefante africano y el asiático eran especies diferentes y no solo variedades de un mismo animal; segunda, los animales conocidos como mamut de Siberia y el incognitum de Ohio constituían a su vez especies diferentes; finalmente, puntualizó que no se conocían ejemplares vivos de estas dos últimas especies, y por tanto debían verse como animales desaparecidos de la faz de la tierra, es decir, como especies extintas.
En memoria de Oliver Sacks
www.elboomeran.com | 18/12/2016
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
En memoria de Oliver Sacks
En la revista Claves de Razón Práctica nº249 Damià Alou escribe una semblanza sobre el neurólogo y escritor británico Oliver Sacks. El autor relata a través de los libros que escribió el proceso de autoconocimiento de Sacks, cómo fue capaz de ir descubriéndose a través de sus pacientes y de sus propias circunstancias adversas. "Probablemente la vida de la mente de Oliver Sacks fue mucho más problemática y compleja que la de muchos de nosotros, quizá las diferentes evoluciones y adaptaciones que crean la singularidad de nuestros circuitos neuronales le permitieron abordar el problema del cerebro-mente de una manera única e intransferible, y convertirse en un perfecto puente entre la ciencia pura y dura y el relato de esa ciencia para el gran público".
[Comienzo del artículo]
Cuando a finales de los años ochenta se publicaron en España los dos primeros libros de Oliver Sacks en castellano, Despertares y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, algunos le tacharon de coleccionista de bichos raros, de médico extravagante que solo atendía a pacientes de síntomas estrafalarios para enseñar ese momento en que el hombre se convierte casi en un fenómeno de feria. Y a pesar de que su obra venía avalada por nombres tan prestigiosos como W. H. Auden, Doris Lessing o Harold Pinter, o de haber recibidos críticas elogiosas en The Times Literary Supplement, Sacks cargó con ese sambenito durante muchos años, hasta que, después de leer sus libros posteriores, comprendimos que los "raros" en realidad no eran sus pacientes, sino él mismo.
Fatalidad y premonición. Un texto sobre Emil Cioran
www.elboomeran.com | 01/1/2017
REVISTA CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
Fatalidad y premonición. Un texto sobre Emil Cioran
Christian Santacroce escribe para la revista Claves de Razón Práctica nº 249 una semblanza sobre Emil Cioran, escritor y filósofo rumano. La lucidez de Cioran no se limita únicamente al despertar de la conciencia como maldición. En cuanto que premonición, constituye además la prefiguración de un nuevo nivel de existencia. Santacroce repasa la obra de Emil Cioran, los temas principales que pueden vislumbrarse en toda su obra, la dualidad entre lo divino y lo terrenal, el éxtasis religioso y el éxtasis musical, la nostalgia y la conciencia.
[Comienzo del artículo]
Quisiera comenzar este artículo reproduciendo un fragmento del propio Emil Cioran, recogido en sus Cuadernos entre los días 7 y 8 de enero de 1967:
"Yo odio al hombre; mas no puedo decir: odio al ser humano. Y es que hay en esta palabra ser algo que no evoca precisamente lo humano. Algo lejano, misterioso, conmovedor, todo ello extraño a la idea del prójimo."
De animales y animalismos Augusto Klappenbach
www.elboomeran.com | 09/4/2017
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
De animales y animalismos
En este artículo de la revista Claves de Razón Práctica nº 251, dedicado al animalismo, Augusto Klappenbach se plantea si se puede hablar de "derecho" cuando se habla de animales. Se refiere al sentido moral de término y busca cuáles son los límites aceptables que se deben esperar del ser humano en el trato hacia otras especies. Tiene claro el papel instrumental de las especies animales y su aprovechamiento para la alimentación o el trabajo, pero eso no nos exime de evitarles sufrimientos innecesarios. El trato que les dispensemos a los animales tiene consecuencias en la sociedad humana.
[Comienzo del artículo]
No está de más recordar que los seres humanos no somos los únicos animales en este mundo y hablar un poco de nuestros parientes. Nuestra sufrida humanidad es solo una entre millones de especies, y comparándola con la mayoría es una recién llegada. Y si bien tenemos razones para ufanarnos de nuestra superioridad sobre todas las demás, no faltan tampoco argumentos para demostrar que somos los únicos capaces de provocarnos daño a nosotros mismos y al resto del mundo con plena consciencia de lo que hacemos. Pero no se trata aquí de cultivar vanaglorias ni culpas, sino de reflexionar acerca de las relaciones que mantenemos con estos otros habitantes del planeta.
Aunque ya hay precedentes entre los viejos griegos y en la filosofía budista, hace poco tiempo que han proliferado en occidente movimientos de defensa de los llamados "derechos de los animales", entre los cuales el Proyecto Gran Simio propone reconocer a chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes derechos morales y jurídicos, incluyendo el derecho a la vida, a la libertad individual y la prohibición de la tortura. Incluso existe en España un Partido Animalista cuyo programa propone la prohibición de la caza, el sacrificio cero de animales y el fomento de la dieta vegetariana, entre otras cosas. Nadie -casi nadie- duda de que los animales merezcan un trato correcto y se eviten crueldades innecesarias.
El problema radica en atribuirles "derechos", concepto que
conviene examinar más despacio, y eximirles de la inevitable cuota de
sufrimientos que implica cualquier vida animal o humana.
Sobre la naturaleza humana Darío Maestripieri y Paolo Flores D'Arcais
www.elboomeran.com | 23/4/2017
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
Sobre la naturaleza humana
Este artículo de la revista Claves de Razón Práctica nº 251 está formado por dos partes, la primera donde Darío Maestripieri habla de la existencia de una naturaleza humana, con rasgos psicológicos y conductuales específicos; y la segunda parte, en la cual Paolo Flores D'Arcais responde y contrasta los argumentos de Maestripieri. Flores D'Arcais encuentra en el texto de Maestripieri algunas razones infundadas y las analiza, concluye que es el relativismo ético empíricamente irrefutable (la pluralidad de morales existente en el Homo sapiens) lo que es preciso escoger como argumento, investigar y explicar en términos biológicos.
Las bases evolutivas de la naturaleza humana Darío Maestripieri
Cabe hacerse tres preguntas básicas sobre la naturaleza humana. Primero: ¿qué es? Segundo: ¿existe realmente? Y tercero: si sabemos qué es la naturaleza humana y que existe realmente, ¿por qué es como es?
El concepto de naturaleza humana se refiere a la noción de que hay aspectos del funcionamiento de la mente humana y del comportamiento humano que son comunes a todos los miembros de nuestra especie (o a la mayoría de ellos). La naturaleza humana incluye rasgos psicológicos y conductuales tanto de tipo general como de tipo específico. Entre los ejemplos de rasgos generales cabría mencionar la capacidad de pensar de forma consciente y abstracta, la capacidad de sentir y expresar emociones en particular, la capacidad de aprender y utilizar un lenguaje, y contar con motivaciones básicas para las actividades relacionadas con la supervivencia, la sexualidad, la amistad, la cooperación, la competencia y la crianza de la prole. Entre los ejemplos de aspectos más específicos de la naturaleza humana podríamos mencionar los sesgos perceptuales o cognitivos particulares, y las tendencias conductuales que manifiestan los individuos en particular en situaciones específicas, como la reacción de los hijos a la separación de sus padres, o la conducta de los hombres en materia de excitación sexual y cortejo en presencia de potenciales parejas. El concepto de naturaleza humana implica que esos rasgos psicológicos y conductuales humanos universales están por lo menos en parte controlados genéticamente y son funcionalmente significativos. Es de suponer que originalmente esos rasgos evolucionaran por selección natural porque hacían posible que los individuos que los poseían sobrevivieran y se reprodujeran mejor en sus entornos. Algunos de esos rasgos (por ejemplo, los rasgos vinculados a la supervivencia, la reproducción o la sociabilidad) tienen una larga historia evolutiva: los seres humanos modernos heredaron dichos rasgos de sus antepasados homínidos, primates o mamíferos. En cambio, otros rasgos han evolucionado más recientemente, tras la escisión entre los homínidos y los demás primates, o incluso tras la aparición del Homo sapiens, de la mano de un aumento significativo del tamaño y la complejidad del cerebro (por ejemplo, algunas habilidades cognitivas de orden superior, el lenguaje, la moral).
"El hombre veraz" de Hannah Arendt
Julián Sauquillo analiza, para la revista Claves de Razón Práctica nº 252, el libro "Verdad y mentira en la política" de Hannah Arendt. La filósofa judía afrontó ser veraz frente a las críticas enfebrecidas de los gobiernos y de la muchedumbre. Sostener la verdad no requiere contar con el referendo de miles de opiniones favorables. Para Arendt existe la verdad factual, aquello que la política no puede cambiar, los hechos históricos, que aunque estén permanentemente acosados por la mentira política organizada, se mantienen invulnerables.
[Comienzo del artículo]
George Orwell, en 1984 (1949), exploró las consecuencias morales de un mundo futuro sin verdades fácticas. Su "distopía" auguraba un sistema político capaz de distorsionar los hechos y promocionar el "doble pensar" con evidente finalidad autoritaria. La estrategia de sus planificadores ya no se aupaba en las promesas de una liberación futura. Acaparaba el poder absoluto y obligaba a todos y para siempre. Construía una naturaleza humana sumisa y fabricaba a su antojo la verdad pasada y futura. Bastaba con remover hemerotecas y cambiar las estadísticas para disolver cualquier verdad histórica. Quien creyera que existen verdades como dos más dos son cuatro, inexpugnables a la manipulación de la mayoría, no le cabía sino estar loco. Este terrorífico diagnóstico de un trotsquista declarado, con buenas dosis de aventura en su vida, iba más allá de la crítica al nacionalsocialismo y al estalinismo. Apuntaba a un futuro próximo donde la realidad que rodea al hombre y su propia naturaleza podían ser convenientemente producidas. Y sorprende ver cómo, apenas quince o veinte años después, dos textos de la gran filósofa alemana, nacionalizada norteamericana, -"Verdad y política" (1964) y "La mentira en política" (1971)- se asientan en esta realidad vaticinada, ya cumplida en su exilio estadounidense. Uno, desde una fábula política aterradora, y otra, desde la irreconciliable disposición vital del filósofo con la política, ahondaban en las posibilidades manipuladoras del poder futuro sobre la verdad. También subrayaban la soledad infinita del hombre veraz.
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por H Arendt - 1999 - Mencionado por 1403 - Artículos relacionados
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www.elboomeran.com | 18/6/2017
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
Francis Bacon y Philip Seymour Hoffman: dos conciencias contemporáneas
En este artículo de la revista Claves de Razón Práctica José María García López compara las vidas de dos artistas con una sensibilidad especial: el pintor Francis Bacon y el actor Philip Seymour Hoffman. Según el autor hay seres que vienen a este mundo con una sutilísima capacidad receptiva y con facultades extraordinarias para desnudar y reconvertir la realidad, y este es el caso de estos dos artistas. Repasa sus grandes obras y momentos vitales y los concluye que "en sus vidas y muertes coinciden y se funden el dolor y la felicidad, cohabitan los desgarramientos y las corrupciones, los revulsivos de la miseria física y moral con la belleza lacerante o liquidadora de la lucidez".
[Comienzo del artículo]
Morir de sobredosis. Como si fuera posible morir de otra cosa. Sobredosis, por ejemplo, de hambre. Sobredosis de tristeza o voluntad de desaparecer. Tal vez resulte raro unir en un comentario las irradiaciones de los nombres de un pintor tan existencial y atormentado como el dublinés Francis Bacon y un actor tan versátil e introspectivo como el neoyorkino Philip Seymour Hoffman, pero se trata de subrayar la coincidencia de ambos en una cierta superación de sus lenguajes artísticos y cómo los dos pusieron sus vidas al tablero por caminos distintos. Bacon era asmático y bebía, mala combinación respecto a la propia salud, y Hoffman había vuelto a combinar en su cuerpo de manera incontrolable, tras mucho tiempo de abstinencia, todo tipo de drogas. El primero falleció en una clínica de Madrid a los 82 años de edad (28 de abril de 1992) y por una parada cardiorrespiratoria, tras haberle desaconsejado su médico aquel viaje después de la extirpación de un riñón cancerígeno; el segundo a los 46 (2 de febrero de 2014), en su apartamento de Manhattan y con una jeringuilla clavada en el brazo.
David Foster Wallace - El problema de la ironía
En este vídeo-ensayo, Will Schoder explica las características del posmodernismo, haciendo especial hincapié en las reflexiones del escritor norteamericano David Foster Wallace sobre la ironía. Wallace tenía especial preocupación por la televisión y su influencia sobre la cultura y la sociedad. Schoder comenta varias series y anuncios de TV donde la ironía era utilizada con cinismo, luego analiza algunas
Una introducción al EstoicismoEn este vídeo animado, de TED Education, Massimo Pigliucci nos introduce las principales características de la corriente filosófica del Estoicismo. Desde sus comienzos con Zenón de Citio en el 300 AC, pasando por Séneca, Epicteto y Marco Aurelio. El vídeo también enumera las virtudes cardenales de los estoicos y describe lo que se entiende hoy por estoico y lo que realmente avala la doctrina filosófica. Por último, conecta este modo de pensar con Nelson Mandela, Tomás de Aquino, el budismo, la psicología moderna y Víctor Frankl. |
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